Tener hijos no solo es una aventura maravillosa, también puede significar un alivio en nuestra declaración de la renta. En un contexto donde cada vez nos cuesta más llegar a fin de mes, estos pequeños detalles pueden marcar la diferencia. Si eres padre o madre y tienes descendientes, ¡atento! Hay desgravaciones que pueden ayudarte a ganar un poco de oxígeno económico.
Las claves de las desgravaciones
Una de las deducciones más destacadas es la de maternidad. Esto significa que las mamás con bebés menores de tres años pueden beneficiarse de 100 euros al mes, sumando un total de hasta 1.200 euros al año. Eso sí, hay ciertos requisitos que deben cumplirse: por ejemplo, si recibes alguna prestación del sistema de protección por desempleo en el momento del nacimiento o si estás dada de alta en la Seguridad Social o mutualidad durante el parto o después.
Aparte, el Govern también tiene su propio sistema autonómico para ayudar a las familias. La ayuda va desde 800 euros por el primer hijo hasta 1.400 euros si tienes cuatro o más niños a tu cargo. Es importante tener presente que estas ayudas se aplican solo a los hijos que conviven contigo y sobre los cuales puedes aplicar el mínimo por descendientes.
No podemos olvidarnos tampoco de los gastos relacionados con nuestros peques menores de seis años; esos gastos derivados del cuidado y educación se pueden desgravar hasta un 40%. Esto incluye guarderías, actividades extraescolares y servicios similares, con un límite máximo anual establecido en 660 euros.
Además, si tus hijos están aprendiendo idiomas fuera del horario escolar, podrás deducir el 15% de lo invertido en sus clases, lo cual es una gran ayuda para fomentar su formación. Y si alguno se va a estudiar fuera de Baleares, hay otra deducción disponible que alcanza hasta los 1.800 euros anuales.
Así que ya sabes: ser padre o madre tiene sus retos económicos pero también ofrece oportunidades para mejorar nuestra situación fiscal. ¡Aprovechemos estas ayudas!