Hoy, el mundo se despide de Francisco, un Papa que dejó huella. La reciente película ‘Cónclave’, que ya ha sido premiada con el Oscar al mejor guion adaptado, nos lleva tras las puertas cerradas del Vaticano. Ralph Fiennes interpreta a un personaje atrapado en una intriga fascinante donde, tras la muerte de un pontífice, los cardenales deben decidir quién será su sucesor. Todo esto sucede mientras nosotros, como espectadores, nos preguntamos qué hay detrás de esas fumatas blancas y negras.
El cine y su mirada sobre la figura papal
Y es que el cónclave ha sido un terreno fértil para el cine. Recordemos cómo Nanni Moretti abordó este tema en ‘Habemus Papam’, donde nos presenta a un nuevo Papa que se siente abrumado por la responsabilidad y no logra salir al balcón para dirigirse a los fieles. ¡Qué manera de reflejar el peso de ese manto! A través de la risa y la sátira, Moretti logra hacernos reflexionar sobre lo que significa ser líder en estos tiempos convulsos.
No olvidemos los documentales como ‘El papa Francisco: un hombre de palabra’, dirigido por Wim Wenders, que explora el camino del cardenal Bergoglio hasta convertirse en Papa. También está ‘Los dos papas’, donde Jonathan Pryce y Anthony Hopkins dan vida a Bergoglio y Benedicto XVI respectivamente; una historia llena de matices que muestra no solo sus diferencias sino también su humanidad.
Por otro lado, películas como ‘Las sandalias del pescador’ o ‘Fumata blanca’ ofrecen miradas únicas sobre momentos cruciales dentro de la iglesia católica. Así es como la gran pantalla nos acerca a realidades complejas con toques de ficción y dramatismo. Desde las luchas internas hasta las decisiones trascendentales que marcan épocas enteras.
Así que sí, aunque el cónclave pueda parecer solo una reunión entre altos mandos eclesiásticos, es mucho más: es una historia llena de intrigas humanas, ambiciones desmedidas y momentos decisivos para millones alrededor del mundo. En definitiva, el cine ha encontrado en este relato universal una forma poderosa de conectar con todos nosotros.