MADRID, 21 Abr. – Hoy nos llega una noticia que nos deja a todos con el corazón encogido. El Papa Francisco, un hombre que supo tocar las almas de millones, ha fallecido a los 88 años en su hogar del Vaticano, la Casa Santa Marta. Las autoridades argentinas no han tardado en reaccionar y han decretado siete días de luto nacional. Manuel Adorni, portavoz de la Presidencia argentina, compartió en X que «el presidente ha decidido rendir homenaje al Santo Padre». Un gesto que habla del profundo respeto y cariño que le tenían.
El actual mandatario, Javier Milei, no pudo ocultar su tristeza y recordó la «bondad y sabiduría» del Papa, reconociendo que aunque existieron diferencias públicas entre ambos, estas ahora parecen insignificantes ante su legado. «Que en paz descanse», añadió Milei con voz temblorosa.
Un último adiós lleno de significado
Hoy es un día agridulce. La noticia de su partida coincide con el Domingo de Resurrección; solo un día antes había estado en público, ofreciendo su bendición ‘Urbi et Orbi’ desde el balcón principal de la basílica de San Pedro. Ese mismo balcón donde tantas veces levantó su voz contra las injusticias del mundo.
Este luto no es solo un acto formal; es una oportunidad para recordar lo que significó Francisco para muchos: un guía espiritual comprometido con los más necesitados y un firme defensor de la paz. En este momento tan delicado, recordemos sus palabras y acciones; porque aunque ya no esté físicamente entre nosotros, su espíritu seguirá inspirándonos.