En una noche que prometía ser tranquila, la Policía Local de Palma se encontró con una situación que no podían dejar pasar. Un conductor, sin pensar en las consecuencias, decidió superar el límite de velocidad en la carretera de Valldemossa, acelerando su vehículo hasta los 138 kilómetros por hora. Y lo peor de todo: el límite en esa vía es de tan solo 40 km/h.
Era el 5 de abril y ya eran las 22:36 cuando los agentes de la Unidad Nocturna estaban realizando un control rutinario. De repente, vieron pasar a este imprudente a una velocidad desmesurada, más del triple permitido. ¿Realmente creía que podía escapar? Los policías no tardaron en iniciar la búsqueda para identificar al conductor y ponerlo frente a las autoridades judiciales.
La seguridad vial no es un juego
La Policía Local recordó lo vital que es respetar los límites de velocidad. Exceder esos límites puede ser fatal y es uno de los factores más determinantes en la gravedad de los accidentes. Conducir un coche o ciclomotor por encima de 60 km/h sobre el máximo permitido se considera un delito contra la seguridad vial y puede acarrear penas severas: desde seis meses tras las rejas hasta multas que pueden llegar al año o incluso trabajos comunitarios.
No olvidemos también que estas infracciones podrían costarle su carné durante cuatro años. Así que, amigos conductores, pensemos dos veces antes de apretar el acelerador; nuestras vidas y las de otros están en juego.