El Mallorca dejó escapar una ocasión de oro en su casa. Un empate que sabe a derrota, sobre todo para un Jagoba Arrasate que no oculta su decepción. «Es una oportunidad perdida», dijo con la mirada seria tras el partido, reflexionando sobre lo que pudo haber sido.
Apostando por una defensa sólida de cinco hombres, el técnico solo hizo un cambio: Abdón entró por Antonio Sánchez, pero nada funcionó como esperaban. Con este punto, los bermellones logran superar al Celta y se posicionan séptimos en la tabla, pero las caras largas hablan más que mil palabras.
La falta de chispa
«Nos ha faltado claridad para generar oportunidades», reconoció Arrasate tras el encuentro. Y es que aunque la defensa rival fue sólida, los mallorquines no lograron romper esa muralla ni en ataque ni en uno contra uno hasta prácticamente el final. «Teníamos ganas de ganar en casa», lamenta. Sin embargo, ya piensa en lo siguiente: «Hay que pasar página pronto; tenemos un partido el martes y eso ocupa mi mente ahora mismo».
A pesar de las bajas inminentes para el próximo choque, Arrasate asegura que sacará un once competitivo porque la lucha por Europa sigue viva: «Aún tenemos posibilidades y debemos seguir peleando». Y así es como se siente cada aficionado del Mallorca: con esperanza y un toque de frustración por lo que podría haber sido.
En cuanto a la defensa, destacó la importancia de mantener la portería a cero: «No nos han rematado casi ninguna vez; eso es algo bueno». Aunque sabe que mejorar será clave para enfrentar los retos venideros. Marc Domènech también tuvo su momento; si jugó media hora fue porque está mejor preparado que otros jugadores del equipo. «Necesitamos paciencia con él; tiene potencial para brillar en Primera División».