En una mañana que muchos puertorriqueños esperaban con ansias, las autoridades han logrado restablecer el suministro eléctrico a casi el 99% de los clientes tras el apagón masivo que dejó a la isla a oscuras. Esta situación, que se vivió anoche y que puso en jaque a la población, ha sido un duro recordatorio de lo frágil que es nuestro sistema eléctrico.
LUMA Energy, la empresa responsable de la distribución de electricidad en Puerto Rico, ha anunciado con orgullo que cerca de un millón y medio de hogares ya tienen luz nuevamente. Eso equivale a un 98,8% del total en menos de 48 horas desde el inicio del apagón. Y lo mejor es que no solo los hogares han recuperado su energía; los hospitales también están volviendo a funcionar, con un impresionante 98% operativos otra vez.
Aún hay desafíos por delante
No obstante, LUMA advierte: «Algunos usuarios podrían seguir experimentando cortes intermitentes debido a la limitada generación eléctrica». Esto no suena nada bien para quienes aún están lidiando con las secuelas de esta crisis. La gobernadora Jenniffer González no se ha quedado callada y ha tildado la situación como «inaceptable», subrayando que Puerto Rico no puede seguir sufriendo más apagones: «Esto tiene un impacto directo en nuestra economía, calculado en unas pérdidas desorbitadas de 230 millones de dólares».
Es vital para todos nosotros recuperar esa paz perdida; sin electricidad, nuestra vida cotidiana se convierte en un caos absoluto. Y aunque LUMA estima que el 90% de los clientes deberían tener luz entre 48 y 72 horas después del apagón, estas palabras son como una patada al estómago para quienes siguen esperando. Así está el panorama actual: complicado y lleno de incertidumbre.