Imagina la escena: enciendes el televisor, te acomodas en el sofá con tus palomitas, y de repente… ¡silencio absoluto! La imagen está ahí, pero el sonido parece haberse ido de vacaciones. Esto nos ha pasado a muchos, y la frustración puede ser palpable. Lo primero que deberíamos hacer es comprobar si esa maldita tecla de ‘mute’ está activada o si el volumen se ha decidido a esconderse en su nivel más bajo. Si todo parece estar en orden y la situación no mejora, podría ser un problema más serio del propio televisor.
Buscando soluciones
Cuando nos encontramos ante esta tesitura, lo típico es reiniciar el televisor. Apágalo y vuélvelo a encender; muchas veces esto soluciona los problemas menores relacionados con el software. Pero si sigue sin sonar nada, prueba a activar y desactivar los altavoces o jugar un poco con el volumen para ver si podemos despertarlo.
A veces, la solución es tan simple como revisar los cables. Puede que algo esté desconectado; asegúrate de que todo esté bien enchufado. Si sospechas que podría ser algo interno del aparato, desenchufa todos esos dispositivos conectados por HDMI y reinicia el televisor.
Si después de todo esto sigues sin escuchar nada, revisa la configuración del sonido. A veces, estos aparatos son caprichosos y cambian sus ajustes solos. También verifica si este problema se presenta en todos los canales; podrías encontrarte ante una simple mala señal.
Y si tienes un SmartTV, no olvides revisar las actualizaciones de software. Esas pequeñas actualizaciones pueden ser clave para solucionar fallos inesperados. Como último recurso, siempre puedes optar por restablecerlo a su configuración de fábrica; eso sí, prepárate para perder todas tus personalizaciones.