En un giro inesperado de los acontecimientos, la Guardia Civil y los funcionarios de Vigilancia Aduanera han puesto en jaque a tres presuntos traficantes en Palma y sa Pobla. Estos hombres, dos venezolanos y un español, intentaron enviar a Mallorca un cargamento nada menos que de un kilo y medio de ketamina, escondido entre cartones en unas cajas que fueron interceptadas en el aeropuerto de Barajas.
Todo comenzó el pasado 26 de marzo, cuando los agentes estaban realizando su habitual revisión de mercancía en el almacén del depósito temporal de Correos del aeropuerto madrileño. Fue allí donde descubrieron las tres cajas enviadas desde Perú con destino a sa Pobla. La sorpresa no tardó en llegar al abrirlas: se encontraron varios paquetes repletos de ketamina.
Una entrega vigilada que terminó en detenciones
Tras este hallazgo, el juzgado de guardia en Madrid ordenó la entrega vigilada del estupefaciente. Así fue como las cajas llegaron finalmente a la isla. El 2 de abril, se llevó a cabo un operativo conjunto entre la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera para realizar la entrega controlada. Los resultados no se hicieron esperar; tres hombres fueron detenidos, uno en sa Pobla y dos más en Palma.
A pesar del impacto del caso, no todos enfrentaron las mismas consecuencias: dos de ellos lograron salir libres tras abonar la fianza correspondiente, mientras que un tercero fue enviado directamente a prisión. Una historia más que nos recuerda que el tráfico ilegal sigue siendo un tema muy presente entre nosotros.