En una jugada que nos sorprende, la junta militar birmana ha decidido liberar a cerca de 4.900 personas, entre las cuales se encuentran trece extranjeros que han sido deportados tras su excarcelación. Esta amnistía llega justo a tiempo para celebrar Ata Thingyan, el año nuevo birmano. De los liberados, exactamente 4.893 individuos han vuelto a la libertad, mientras que otros han visto reducidas sus penas. Sin embargo, ojo al dato: aquellos con delitos graves como asesinato o tráfico de drogas no corren con la misma suerte.
Sigue la lucha en un país en llamas
No todo son buenas noticias, ya que la Red de Prisioneros Políticos de Birmania (PPNM) señala que entre los liberados apenas hay presos políticos. Y es que aún siguen tras las rejas figuras emblemáticas como Aung San Suu Kyi, quien arrastra una condena de 27 años por corrupción. Desde el pasado 1 de febrero de 2021, Birmania vive bajo un régimen militar tras anularse las elecciones generales del 2020, donde la Liga Nacional para la Democracia se había hecho con el poder.
Al principio hubo resistencia pacífica, pero ahora estamos viendo cómo esa lucha se ha transformado en un conflicto armado y civil que ha dejado huellas devastadoras en el país; incluso un reciente terremoto ha causado más de 3.700 muertes. Mientras tanto, la junta se atreve a anunciar unas elecciones para finales de 2025 y pide a los grupos rebeldes que depongan las armas y opten por soluciones políticas.