En un rincón de Asia donde el amor por la cultura hispana crece a pasos agigantados, el reguetón se ha convertido en un aliado inesperado para aprender español. La realidad es que, con una oferta de cursos bastante escasa, muchos jóvenes chinos están optando por métodos alternativos y, ¿qué mejor manera que hacerlo a ritmo de música?
Un reciente estudio realizado por la Universidad Pompeu Fabra, nos revela cómo esta corriente musical está sirviendo como puente entre dos mundos. La investigadora Li Yaun-Cloris, quien ha analizado más de sesenta traducciones en la popular plataforma NetEase Cloud Music, destaca que los traductores no profesionales emplean ingeniosas estrategias para conectar con su audiencia. “Adaptamos metáforas y utilizamos eufemismos”, dice Yuan-Cloris, resaltando la creatividad necesaria para sortear incluso la censura.
Aprendiendo a través de ritmos latinos
Y es que en las letras del reguetón se esconden 183 conceptos culturales específicos que no tienen traducción directa al chino. Así que estos traductores no solo convierten palabras; añaden anotaciones y explicaciones para ayudar a sus oyentes a entender mejor esas peculiaridades hispanas. Esta forma de enseñanza activa anima a los estudiantes a involucrarse más con el idioma y disfrutar del proceso.
A medida que las notas pegajosas del reguetón llenan las aulas chinas, queda claro que este género musical está haciendo mucho más que hacer bailar; está abriendo puertas y creando oportunidades para aprender un idioma vibrante. ¡Quién diría que el reguetón sería nuestro compañero en esta aventura educativa!