Esta mañana, la Policía Nacional ha dado un paso importante en un caso de violencia de género que ha conmocionado a la comunidad. El hombre acusado de agredir brutalmente a su mujer el pasado domingo ha sido detenido después de esconderse en el conocido poblado de Son Banya. Lo curioso es que, tras enterarse de que su arresto era cuestión de horas, decidió presentarse voluntariamente junto a su abogado.
Un episodio violento que no podemos ignorar
Los hechos tuvieron lugar el domingo por la tarde. La sala del 091 recibió múltiples llamadas alertando sobre una discusión entre una pareja en las cercanías del barrio de Son Ferriol, donde varios testigos vieron cómo este hombre golpeaba a la mujer y la forzaba a entrar en un coche antes de huir a toda velocidad. Los agentes actuaron rápidamente al recibir esta información.
Al llegar a Son Banya, los policías se encontraron con una escena alarmante: el sospechoso estaba agrediendo físicamente a su pareja, quien presentaba heridas visibles. En un intento por controlar la situación, uno de los agentes utilizó una taser para detenerlo. Sin embargo, lo que siguió fue casi surrealista; varios residentes intervinieron y arrastraron al agresor hacia una chabola, haciendo que se desvaneciera momentáneamente.
A pesar de los esfuerzos por localizarlo y hacer justicia, los amigos del sospechoso se negaron a entregarlo cuando la Policía les pidió ayuda. Ante tal negativa, los agentes no tuvieron más opción que cerrar el poblado para evitar cualquier fuga hasta lograr cumplir con su deber.
Poco después, como si hubiese recibido un aviso interno sobre lo inevitable de su destino, el agresor decidió entregarse esta mañana. Ahora enfrentará cargos graves por malos tratos y será llevado ante la justicia en las próximas horas.