La noticia ha dejado a la comunidad de Almería con el corazón en un puño. Un pequeño, apenas un recién nacido, ha perdido la vida tras someterse a una circuncisión clandestina. Este suceso no solo nos sacude como sociedad, sino que nos obliga a reflexionar sobre las prácticas sanitarias y la desesperación de muchos padres que buscan soluciones rápidas sin considerar los riesgos involucrados.
Un grito de alerta
Es inaceptable que en pleno siglo XXI sigamos enfrentándonos a situaciones así. La falta de información y el desconocimiento son enemigos silenciosos que pueden costar vidas. La madre del niño, visiblemente afectada, ha declarado: «No sabía a quién acudir y confié en alguien equivocado». Su dolor es palpable y representa el sufrimiento de muchas familias que se ven atrapadas entre la necesidad y la falta de recursos.
No podemos quedarnos callados. El llamado a las autoridades es urgente: necesitamos más educación sanitaria y menos opciones arriesgadas tiradas a la basura. Y tú, ¿qué piensas? No podemos dejar que historias como esta se repitan.