El pasado domingo por la noche, el poblado de Son Banya se convirtió en escenario de una tensa búsqueda. Agentes de la Policía Nacional tuvieron que cerrar el acceso al lugar durante varias horas para intentar atrapar a un hombre nacido en 1989, quien había agredido a su pareja cerca de Son Ferriol. Esta mujer fue obligada a subirse a su furgoneta y, tras la pelea, el agresor se refugió en el poblado chabolista con la ayuda de algunos amigos.
Una intervención complicada
Los hechos comenzaron cuando varios testigos alertaron al 091 sobre una discusión violenta que presenciaron. Según los relatos, vieron cómo este individuo golpeaba a la mujer y la metía a la fuerza en su coche antes de salir disparado del lugar. Al llegar los agentes al poblado, no tardaron en localizar al sospechoso agrediendo nuevamente a su víctima.
Uno de los policías decidió intervenir y utilizó una taser para detenerlo. El hombre cayó al suelo, pero rápidamente varios residentes le retiraron las sondas y lo llevaron hacia uno de los chabolas. En ese momento, el rastro del maltratador se perdió.
A pesar de los esfuerzos de la Policía Nacional por instar a sus amigos a que entregaran al sospechoso, estos se negaron rotundamente. Ante esta situación desesperante, se tomó la decisión de cerrar el poblado para cualquier persona ajena hasta que se cumplieran las órdenes policiales. A partir de las 22:00 horas, decenas de agentes de la UPR y Rayos llegaron para mantener vigilancia en Son Banya hasta pasada medianoche. Sin embargo, el sospechoso no apareció.