Era un día cualquiera en el que la naturaleza decidió desatar su furia. La DANA, ese fenómeno que nos recuerda lo vulnerable que somos, dejó a muchos con el corazón en un puño y las calles anegadas. En medio de este caos, Bernabé Pradas alzó la voz: ‘Sisplau, activa la UME’. Con esa frase simple pero cargada de desesperación, buscaba llamar la atención sobre una situación crítica.
La realidad tras las palabras
Mientras algunos se preguntaban si todo esto era necesario, otros miraban por la ventana y veían cómo sus vidas se convertían en una especie de película de terror. Las imágenes de inundaciones y daños recorrían las redes sociales, mientras que los servicios de emergencia luchaban por dar respuesta.
Y así, entre rumores de cadáveres encontrados en Cala Tuent y protestas animalistas ante la plaza de toros d’Inca contra la tauromàquia, el clima social se tornaba cada vez más tenso. Es un momento en el que todos deberíamos unirnos como comunidad; no hay tiempo para divisiones ni para tirar a la basura nuestras esperanzas. Hay que actuar y hacerlo rápido.
Pero no solo eso: fuera del bullicio cotidiano también había noticias del mundo del espectáculo. Rosalía parecía estar enamorada nuevamente. ¿Acaso es un refugio frente a tanta adversidad? Cada cual encuentra su forma de lidiar con lo incontrolable.
No olvidemos que tras cada desastre hay historias humanas, historias que merecen ser contadas y escuchadas. En tiempos difíciles como estos, no podemos quedarnos callados; debemos exigir acción y solidaridad. Así es como demostramos nuestra humanidad ante todo lo que nos rodea.