En una jugada que ha sorprendido a muchos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido dar un pequeño empujón a las empresas tecnológicas al eliminar temporalmente ciertos aranceles que afectan a móviles, ordenadores y microprocesadores. Esta medida, aunque celebrada por nombres como Apple y NVIDIA, no es más que un alivio momentáneo mientras la administración tramita un nuevo enfoque para gravar la industria de los semiconductores.
Pero ojo, esto no significa que todos los fabricantes se vayan de rositas. Según Bloomberg, aún persisten otros impuestos que Trump impuso el pasado 9 de abril. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza ha dejado claro que estos cambios son específicos: los dispositivos quedarán exentos del 125% de arancel aplicado a China y del 10% habitual para otros países. Pero aquí viene lo mejor: ¡los consumidores podrían ver algo de luz en medio de este panorama sombrío!
¿Un alivio real o solo palabras vacías?
Howard Lutnick, secretario de Comercio estadounidense, fue muy claro al comentar esta situación: “Es temporal”. En una reciente charla con Associated Press News, dejó entrever que pronto se aplicará un nuevo gravamen específico para estos productos. Y es que aunque hoy celebremos esta noticia, no podemos perder de vista que se avecinan más cambios: todos esos gadgets estarán bajo nuevas tasas en uno o dos meses.
Aunque el anuncio inicial suena esperanzador, las palabras del propio Trump también generan inquietud. Al confirmar que habrá nuevos aranceles para semiconductores pronto y anunciará las tasas “esta semana”, dejó entrever que la calma podría ser efímera.
Finalmente, Trump reafirmó su intención de impulsar la fabricación nacional. Quiere que Estados Unidos produzca sus propios chips y hasta productos farmacéuticos; sin embargo, ¿realmente lograremos ver esa independencia industrial o acabaremos pagando más caro por todo? Estaremos atentos porque esto apenas comienza.