Este sábado por la noche, Algaida se convirtió en el epicentro de la cultura con la entrega de los Premis Castellitx 2025. En una velada mágica, donde las luces y las emociones se entrelazaron, se reconoció el talento en once disciplinas, desde la literatura hasta las artes plásticas. Fue una noche para recordar.
Celebrando el talento local
El evento, conocido como la Nit Algaidina de la Cultura, no solo fue una ceremonia más; fue un tributo a aquellos que ponen su corazón y alma en cada obra. El Premi de Poesia recayó sobre Eduard Batlle Pomar por su obra Quatre sextines, mientras que Miquel Sbert Garau se alzó con el Premi Pere Mulet Cerdà de Narració Curta gracias a su relato Senyora dona Maria-Antònia.
No podemos olvidar al joven talento, ya que el Premi Juvenil de Narració Curta, destinado a jóvenes entre 14 y 17 años, fue otorgado a Alba Marquès de Miguel por su fascinante obra titulada La Gioconda. Cada uno de estos galardonados nos recuerda que hay un mar de creatividad esperando ser descubierto.
A pesar del brillo y el aplauso generalizado, también hubo espacio para reflexionar. Francesc Ramis, regidor de Cultura, expresó una preocupación palpable: «Estamos en tiempos frágiles, donde los valores sociales deben prevalecer ante el populismo». Es vital recordar que la cultura es nuestro mejor aliado para unirnos y reflexionar sobre nuestra realidad.
No menos importante fue la voz de la alcaldesa Margalida Fullana, quien resaltó cómo estos premios llevan casi medio siglo celebrando lo mejor del arte local. «Es fundamental seguir impulsando nuestra cultura», afirmó con firmeza.
Toda esta entrega fue conducida por Tomeu Salas y estuvo amenizada con música en directo por Clàudia Lafuente y Faust Morell, quienes aportaron esa chispa especial que siempre hace falta en un evento tan significativo. Así fue como Algaida volvió a demostrar que aquí no solo se habla de arte; se vive.