En el Gran Premio de Bahréin, la situación no pinta nada bien para Lewis Hamilton. El británico, conocido por su autocontrol y análisis frío, se mostró más crítico que nunca tras terminar en un preocupante noveno lugar durante la clasificación. A más de medio segundo de su compañero Charles Leclerc, quien saldrá segundo, Hamilton siente que está fallando a Ferrari.
Un día para olvidar
Las palabras del heptacampeón son un grito de alarma: ‘Siento que estoy fallando a Ferrari’. No es fácil escuchar esto de alguien tan acostumbrado a pelear por el podio. En el corralito de Bahréin, admitió que este fue uno de sus días más difíciles y no ve la luz al final del túnel. Aunque las mejoras en el coche prometían algo mejor con un suelo simplificado, parece que no le han dado ese empujón esperado.
Aún hay esperanza, dice Hamilton: ‘Lo positivo es que el coche ha mejorado’, pero eso no basta si no logra encontrar la puesta a punto adecuada o esa confianza en sí mismo que parece haberle abandonado. Este fin de semana ha sido complicado; las condiciones frías y la alta degradación de los neumáticos le han devuelto a una dura realidad.
La presión crece al ver cómo Leclerc brilla con fuerza y se distancia cada vez más en la clasificación. Nunca antes había mandado tan lejos a un compañero en tiempos de Q3 dentro del equipo italiano. Mientras tanto, Hamilton se queda casi seis décimas detrás y comienza a cuestionarse si podrá adaptarse al SF-25 como lo hacía antes. La incertidumbre acecha y las señales son claras: este camino hacia la recuperación será largo y lleno de obstáculos.