En la madrugada del 6 de abril, la Policía Local de Palma vivió una de esas noches inesperadas. Mientras patrullaban las calles, se toparon con un coche que circulaba de forma errática por la calle Miquel dels Sants Oliver. Al acercarse, lo que encontraron dentro no fue precisamente un viaje tranquilo: un machete de grandes dimensiones y varias bolsitas de marihuana y hachís.
Una defensa poco convencional
El protagonista de esta historia es un hombre de 32 años, nacionalidad española, que al ser interrogado por los agentes mostró una actitud bastante nerviosa. Al preguntarle sobre el machete, su respuesta dejó a todos boquiabiertos: afirmaba que lo llevaba para defenderse de sus enemigos. ¿De verdad? En cuanto a las drogas, insistía en que eran para consumo propio. Pero esto no quedó ahí; tras consultar su historial en el sistema policial, descubrieron que había salido recientemente de prisión.
No hay duda de que sus acciones le han costado caro: los policías le pusieron dos denuncias por tenencia de sustancias estupefacientes y por portar un arma prohibida. Ambas infracciones son consideradas graves y pueden acarrear sanciones entre 601 y 10.400 euros cada una. Además, como guinda del pastel, también recibió una multa de 200 euros por conducir de manera anómala.
La situación deja muchas preguntas en el aire sobre cómo ciertos individuos optan por estos caminos peligrosos. La comunidad observa con preocupación estas actitudes que solo contribuyen a generar más inseguridad en nuestras calles.