Desde los talleres del Grado en Bellas Artes de la Escuela Universitaria Adema, un grupo entusiasta de estudiantes ha estado trabajando duro para crear parte de las piezas que acompañarán al estudio Isla Architects en uno de los eventos más esperados del mundo arquitectónico: la Bienal de Venecia, que se inaugurará este mayo. La emoción se palpaba en el ambiente cuando Alejandro Romero, coordinador del Pabellón Español en dicha bienal, visitó las instalaciones el pasado viernes. Quería conocer, de primera mano, el esfuerzo conjunto entre los alumnos y los arquitectos.
Una oportunidad única para aprender y colaborar
Diego González, presidente de Adema, no podía estar más orgulloso. “Gracias a nuestra apuesta por la tecnología aplicada al arte, hemos logrado participar en un proyecto internacional que representa a España”, afirmaba con entusiasmo. Esta colaboración no solo brinda a los estudiantes una experiencia real y exigente, sino que también les permite sumergirse en un entorno colaborativo donde cada idea cuenta.
Pero eso no es todo. Para la exposición en Versalles, han creado una impresionante maqueta que refleja el trabajo arduo y la creatividad desbordante del alumnado. Este tipo de sinergia entre arte y arquitectura no solo nutre a los futuros profesionales; les acerca a desafíos reales y les prepara para enfrentarse al mundo laboral con valentía y pasión.