En Bruselas, la urgencia se siente en el aire. Este viernes, el Grupo de Contacto para Ucrania ha hecho un llamado claro y directo a todos sus miembros: es hora de redoblar esfuerzos y comprometerse con una nueva ronda de ayuda militar. En 2025, se vislumbra un año crítico que podría definir el futuro del país, y no podemos permitirnos dudar.
Un llamado a la acción conjunta
La reunión, que tuvo lugar en la sede de la OTAN, contó con la participación del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, quien asistió por videoconferencia. Durante su intervención, el ministro británico de Defensa, John Healy, hizo hincapié en que todos los aliados deben hacer más por apoyar a Kiev. “Nuestro trabajo como ministros es asegurar que la ayuda urgente llegue a quienes luchan en el frente”, afirmó con firmeza. Instó a aquellos países que aún no se han comprometido a considerar seriamente cómo pueden contribuir.
Healy describió 2025 como “el año crítico” para esta guerra y pidió al sector armamentístico y a las naciones aliadas dar un paso al frente. “Estamos enviando una señal clara a Rusia: estamos aquí para apoyar a Ucrania en su lucha y estaremos presentes también cuando llegue la paz”, concluyó.
A su vez, el ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, resaltó que esta coalición representa una respuesta contundente al imperialismo ruso, subrayando que ahora más que nunca es vital reforzar la posición de Ucrania ante las intenciones del Kremlin.
No son solo palabras vacías; varios ministros han coincidido en la necesidad apremiante de aumentar el apoyo militar. Desde Estonia, Hanno Pevkur fue claro: “Europa puede hacer más”. Las necesidades son evidentes: munición y defensa aérea. Sin embargo, advirtió sobre las presiones inminentes para alcanzar un alto el fuego antes del 9 de mayo.
Dovile Sakaliene, desde Lituania, dejó una reflexión poderosa comparando esta situación con un estudiante crónico que sigue posponiendo alarmas: “Esto no es solo una clase; es nuestra supervivencia”. Y así lo sentimos todos; cada día cuenta y cada decisión importa.
A medida que estas discusiones avanzan, persisten preguntas difíciles sobre cómo proceder si Rusia decide quebrantar cualquier acuerdo futuro. La alta representante de Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, reconoció que no hay claridad definitiva tras esta reunión; las opiniones entre los Estados miembros siguen dividiéndose.