El tribunal de Vía Alemania fue testigo este jueves de un momento que nadie quisiera ver. Un profesor de música, con 45 años a cuestas, se sentó ante la justicia, enfrentándose a una acusación grave: abusos sexuales a cuatro alumnas, menores de entre 13 y 16 años. La Fiscalía no ha escatimado en su petición y exige ocho años de cárcel para él. Sin embargo, lo que más impacta son sus palabras llenas de arrepentimiento: «Quiero pedir perdón por mi comportamiento. No se merecían vivir eso las chicas».
Este docente español se justificó achacando su conducta al consumo diario de cocaína. Reconoció abiertamente que durante esa época su mente no estaba clara. “Iba a clase puesto”, decía con resignación, como si eso pudiera mitigar el daño causado. Ahora está siendo asistido por su abogado Bernat Garí, quien sostiene que lo sucedido es “como mucho” un delito de vejaciones.
Las voces de las víctimas resuenan
A medida que avanzaba la vista judicial, las víctimas comenzaron a relatar sus experiencias. Una joven que en aquel entonces tenía solo 15 años recordó cómo al principio sus charlas eran triviales pero rápidamente tomaron un giro oscuro. “Le dije que estaba cometiendo un delito”, compartió ella. Su respuesta fue escalofriante: “No pasa nada si se queda entre nosotros”. Esa fue solo una pequeña parte del tormento vivido.
A pesar del contexto aterrador, ninguna de las denunciantes se vio sola con él fuera del entorno escolar. El acusado fue detenido gracias a la denuncia interpuesta por las familias preocupadas por el bienestar de sus hijas. Durante su declaración también confesó estar tan consumido por la droga que muchos recuerdos le resultan borrosos: “No recuerdo nada”, admitió.
Sorprendentemente, algunos mensajes reveladores llegaron a la Fiscalía donde el profesor les decía cosas como: “Podemos quedar si quieres”, “estoy soltero para ti” o “me gustan tu culo y tu cara”. Todo esto mientras contactaba con ellas a través de Instagram, creando una atmósfera perturbadora en la que primaba el abuso sobre la enseñanza.
No solo enfrenta el riesgo real de prisión; también deberá afrontar una indemnización económica cercana a los 9.000 euros por daños morales causados. El juicio concluirá en mayo y todos esperamos ansiosos esa segunda sesión donde la verdad tendrá que salir a flote.