Este miércoles por la tarde, el idílico paisaje de Pollença se ha visto sacudido por una noticia desgarradora. Un ciclista, que disfrutaba de su paseo, se sintió mal y se desplomó sin previo aviso. ¿Quién podría imaginar que un día tan soleado acabaría así? La historia se desarrolla en la carretera que une el Port de Pollença con el faro de Formentor, un lugar donde muchos van a buscar aventura y desconexión.
Un desenlace inesperado
Al recibir el aviso, los agentes de la Guardia Civil no tardaron en llegar al lugar junto a los sanitarios del SAMU 061. Sin embargo, cuando estos llegaron, solo pudieron certificar lo que nadie quería oír: el fallecimiento del deportista. Un momento trágico que dejó a todos paralizados. Mientras tanto, los agentes intentaron restablecer la circulación en la carretera, haciendo frente a las miradas atónitas de quienes presenciaban esta dolorosa escena.
No hay palabras que puedan consolar ante una pérdida así. La comunidad ciclista está de luto y es momento de reflexionar sobre lo frágil que puede ser la vida. Este trágico suceso nos recuerda que nunca sabemos lo que puede pasar en nuestro camino.