En un giro inesperado, la Federación Española de Fútbol ha decidido distanciarse de la elección de las sedes para el Mundial 2030. Aunque muchos pensaban que esta decisión podría desencadenar una guerra abierta con Vigo, lo cierto es que el ambiente no ha sido tan hostil como algunos esperaban. Desde la Ciudad del Fútbol, han recordado que el Comité encargado de seleccionar las ciudades estaba conformado por tres personas: María Tato, Jorge Mowinckel y Fernando Sanz.
Las decisiones quedaron en manos del Comité
Este grupo trabajó a destajo durante meses para elaborar el informe que luego presentarían a FIFA. Sus esfuerzos incluyeron múltiples visitas y reuniones, no solo en España, sino también en los otros países que forman parte de esta candidatura conjunta. El resultado fue el Bid Book, presentado en julio de 2024, donde todo estaba cuidadosamente documentado.
A pesar del cambio reciente en la presidencia de la RFEF, donde se buscaba cerrar un año lleno de inestabilidad, ellos aseguran que las decisiones sobre el Bid Book son responsabilidad exclusiva del Comité mencionado. Es curioso cómo ahora invitan a sus propios miembros a aclarar qué sucedió realmente con las candidaturas.
Nadie parece querer tomar responsabilidad; ni la RFEF ni el Gobierno han hecho una valoración oficial sobre las sedes elegidas. Lo único claro es que Rafael Louzán, presidente actual, siempre ha defendido su deseo de ver a Vigo y Valencia como sedes. Pero ¿realmente escucharon al pueblo o simplemente tiraron a la basura lo que creían mejor? Cada día surgen más preguntas y menos respuestas claras.