Este pasado martes, el Consejo de Ministros se reunió y aprobó un anteproyecto que ha dado mucho de qué hablar: la nueva Ley del Medicamento. Y es que, como en toda historia, hay voces a favor y voces en contra. Por un lado, los farmacéuticos están preocupados. Ellos advierten que esta ley podría complicar la continuidad de tratamientos para los pacientes y poner en jaque la viabilidad de muchas farmacias.
Pero aquí entra Joan Carles March, un experto en Salud Pública y Medicina Preventiva, quien ve el vaso medio lleno. Según él, esta reforma era más que necesaria y señala hasta once aspectos positivos que podrían marcar la diferencia.
Aspectos destacados de la nueva legislación
Primero, se propone una reforma del sistema de precios para dar lugar a una mayor competencia y fomentar el uso de medicamentos genéricos y biosimilares. Esto podría hacer que los precios sean más dinámicos. Además, se incorporan mecanismos para acelerar la disponibilidad de nuevos medicamentos que respondan a necesidades no cubiertas. Es como si estuviéramos dando un paso hacia adelante en el acceso a tratamientos innovadores.
También se establecen medidas para asegurar el suministro de aquellos medicamentos considerados estratégicos. Y no nos olvidemos de la transparencia; este nuevo marco busca abrir las puertas a los desarrolladores sobre cómo se evaluarán las tecnologías sanitarias y cómo se tomarán decisiones sobre precios.
Otro aspecto interesante es la creación de ‘medicamentos de primera prescripción’. Estos podrán ser dispensados al paciente sin necesidad de nuevas recetas después del diagnóstico inicial. ¡Menuda comodidad!
Aparte, por fin se normaliza la inclusión de enfermeras y fisioterapeutas en el proceso de prescripción dentro del ámbito que les corresponde; un reconocimiento más que merecido por su labor diaria.
No podemos pasar por alto también lo que le da poder al farmacéutico: ahora podrán sustituir medicamentos en casos de desabastecimiento. Un cambio que promete mejorar significativamente nuestra eficiencia sanitaria.
Además, hay una clara apuesta por prevenir problemas futuros con el suministro y optimizar las compras conjuntas. Y hablando de compras, también habrá cambios en la Ley de Contratos del Sector Público para facilitar las licitaciones relacionadas con medicamentos.
No menos importante son los criterios medioambientales; estos serán considerados tanto en evaluación como en financiación relacionada con productos sanitarios. En resumen, este nuevo enfoque busca modernizar nuestro sistema sanitario y hacerlo más eficiente.