En un giro que no sorprende a nadie, Pekín ha salido al paso este miércoles con un mensaje claro: adoptará medidas enérgicas para proteger lo que considera sus derechos e intereses tras la entrada en vigor de unos aranceles que alcanzan el 104%, una decisión anunciada previamente por Donald Trump. El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, dejó muy claro que «no se debe privar al pueblo chino de su derecho legítimo al desarrollo».
La respuesta firme de Pekín
No es la primera vez que escuchamos esto, pero cada palabra cuenta en esta lucha comercial. Lin Jian enfatizó que China seguirá luchando con determinación: «Adoptaremos medidas firmes para salvaguardar nuestros derechos legítimos», subrayó. La reacción no se hizo esperar y desde el Ministerio de Comercio también se manifestaron en contra de las decisiones unilaterales y del acoso por parte de Washington.
Aunque el gobierno chino asegura que no desea entrar en una guerra comercial, está claro que no van a quedarse cruzados de brazos mientras ven cómo sus intereses son atacados. Las palabras del portavoz resonaron fuerte: «Si Estados Unidos sigue incrementando estas restricciones, tenemos la voluntad y los recursos necesarios para responder firmemente».
Además, han publicado un ‘libro blanco’ donde intentan aclarar la situación actual entre ambos países. En él, exponen cómo el unilateralismo y el proteccionismo solo traen daños. En resumen, proponen cooperación: «La historia ha demostrado que colaborar es beneficioso para todos». Una verdad tan simple como necesaria en tiempos de enfrentamiento.
Mientras tanto, Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, aseguró que esta nueva ronda de aranceles ya estaba lista para entrar en vigor. Trump parece convencido de que China tiene mucho más que ganar si logran llegar a un acuerdo; sin embargo, deja caer esa idea amenazante: «Cuando recibimos un golpe, respondemos con más fuerza».