El tenista alemán Alexander Zverev, actualmente el número 2 del mundo, ha encendido el debate en el ámbito deportivo con una sorprendente confesión. En una reciente entrevista para el programa Bestbesetzung de MagentaTV, Zverev compartió que no solo lo obligan a comer, sino que considera la comida como un mero trámite que le roba tiempo valioso. «Si me dieran una pastilla y no tuviera que volver a comer, la tomaría», afirmó con total sinceridad.
Una relación complicada con la comida
A pesar de sus 27 años y su imponente estatura de 1,98 metros, Zverev admitió que su relación con los alimentos ha sido un desafío constante. «No disfruto de la comida ni siquiera en vacaciones», dijo. Muchos se sorprenderían al escuchar esto de alguien tan joven y exitoso; sin embargo, él lo tiene claro: es del tipo de persona que regresa de un viaje con menos peso en vez de más.
Zverev también comentó sobre su experiencia durante los Juegos Olímpicos de París en 2024, donde vivió momentos difíciles debido a las condiciones alimenticias en la Villa Olímpica. «Sufrimos un poco con la comida y las condiciones para dormir», recordó. A pesar de compartir alojamiento con su equipo alemán por obligación federativa, no pudo evitar criticar las instalaciones: «Tokio fue mucho mejor en términos de organización y comodidad». Sin duda, sus palabras ponen sobre la mesa una realidad inquietante para muchos deportistas que deben lidiar no solo con la presión del rendimiento sino también con estas situaciones cotidianas.