En un día marcado por la tensión y el drama, Alexander Zverev vio cómo sus esperanzas se desmoronaban en el Masters 1000 de Montecarlo. El alemán, que nunca ha conseguido alzarse con un Grand Slam, se enfrentó a Matteo Berrettini en un partido que terminó dejando más preguntas que respuestas. ¿Cómo es posible que el número dos del mundo haya caído de esta manera? La realidad es dura y refleja una racha de decepciones desde su final en el Open de Australia. Tras varios torneos, donde solo ha acumulado 320 puntos, Zverev parece estar atrapado en una espiral negativa.
Un público volcado con Berrettini
La pista del Montecarlo Country Club era un hervidero. Los aficionados no dudaron en mostrar su apoyo a Berrettini, mientras Zverev lidiaba con las sombras de su propio juego y las polémicas que lo rodean. Su lenguaje corporal tras perder el segundo set decía mucho: frustración y resignación. Con un marcador final de 2-6, 6-3 y 7-5, Zverev se convirtió en víctima de sus propios errores; una doble falta crucial le dio vida a su rival cuando todo parecía perdido.
Ahora, la oportunidad brilla para Carlos Alcaraz. Si logra conquistar este torneo monegasco, podría arrebatarle el segundo puesto a Zverev, quien ya no parece ser la misma fuerza imparable que una vez fue. Así están las cosas: entre victorias y derrotas, los pronósticos están cambiando rápidamente en el tenis mundial.