En un mundo donde los drones están revolucionando la guerra moderna, el ROGUE-Fire se presenta como una herramienta peculiar. Este no es uno de esos aparatos que surcan los cielos, sino un ingenioso vehículo terrestre desarrollado por Oshkosh Defense. Su misión: lanzar misiles guiados con una precisión asombrosa.
Mientras países como Corea del Norte hacen alarde de sus drones suicidas capaces de identificar y atacar objetivos por sí solos, nosotros nos encontramos ante este nuevo protagonista en el campo de batalla. El ROGUE-Fire puede cargar municiones cruciales para operaciones militares, desde ataques a barcos hasta reabastecimiento autónomo. Es un verdadero camaleón bélico.
La evolución del combate moderno
Aunque fue concebido inicialmente para lanzar misiles antiembarcación, este dron terrestre ha evolucionado y ahora puede adaptarse a diversas misiones gracias a su innovador sistema de propulsión híbrido. Esto le permite moverse sigilosamente y realizar tareas de vigilancia sin ser detectado.
Imagina esto: el ROGUE-Fire es compatible con toda la gama del sistema Multiple Launch Rocket System, incluyendo desde cohetes guiados hasta municiones con un alcance impresionante de 70 kilómetros. ¡Es como tener una artillería móvil!
Patt Williams, CEO de Oshkosh Defense, expresa con claridad que “a medida que el campo de batalla continúa evolucionando, estamos aprovechando las tecnologías probadas para crear plataformas autónomas que ofrecen flexibilidad inigualable”. Palabras que nos recuerdan lo veloz que avanza el armamento moderno.
A partir de este año y hasta 2026, se espera que estos vehículos comiencen a llegar al Cuerpo de Marines, con un primer lote de 48 unidades programado para junio. Lo cierto es que estamos viendo cómo la guerra se transforma y se adapta a nuevas realidades tecnológicas; lo cual plantea preguntas sobre nuestro futuro y cómo responderemos ante estas innovaciones bélicas.