La emoción está a flor de piel en el mundo de la IndyCar. Álex Palou, que ha sido un auténtico titán durante todo el fin de semana, se encuentra a un paso de demostrar su valía una vez más. Aunque esta vez tuvo que ceder la pole position ante Pato O’Ward y Christian Lundgaard, su espíritu competitivo brilla con fuerza. Saldrá desde la tercera posición, pero eso no le quita ni un ápice de favoritismo para llevarse la victoria mañana en The Thermal Club.
Un fin de semana lleno de altibajos
Pese a ser el más rápido en las sesiones libres y haber marcado los mejores tiempos en las rondas clasificatorias anteriores, Palou se encontró con un grupo complicado durante la crucial clasificación. A pesar del desafío y las circunstancias adversas, logró avanzar con un crono impresionante (1:39.5) que le permitió dejar atrás a pesos pesados como los tres coches Penske, que tuvieron una jornada desastrosa.
Aún así, al llegar al Fast 6 se sintió la presión: entre intentos frustrados y tiempos que no reflejaban su verdadero potencial, terminó conformándose con una posición más baja de lo esperado. Sin embargo, todos sabemos que en carreras como estas lo importante es cómo te levantas cuando caes. La carrera se disputará mañana a las 20:17 horas y promete ser intensa; el calor extremo y la degradación de neumáticos jugarán un papel crucial en el rendimiento de cada piloto.
Así que mantengan sus dedos cruzados por Álex; aunque hoy no haya logrado lo que quería, su historia aún está lejos de terminar.