Imagina la escena: un llamado a los servicios de emergencia por unos nadadores en apuros en la costa de Matua, Nueva Zelanda. La tensión se siente en el aire mientras un helicóptero de rescate y la Guardia Costera de Tauranga se lanzan al agua, listos para salvar vidas. Pero, ¿cuál fue la sorpresa? Aquellos ‘bañistas’ que estaban dando problemas resultaron ser nada menos que una bandada de gansos.
Una búsqueda inesperada
El equipo desplegado buscó incansablemente durante 45 minutos antes de que la Policía decidiera dar marcha atrás. Al final, ese supuesto drama acuático solo era una confusión entre plumas y olas. Un portavoz policial comentó que habían tomado la decisión correcta al actuar rápidamente, pero no pudo evitar reírse ante lo absurdo de la situación: “Eran solo gansos”. Y es que a veces, nuestros ojos pueden jugar malas pasadas.
Aunque todo quedó en un malentendido divertido, desde la Guardia Costera quieren dejar claro que el aviso hecho por quien llamó fue totalmente acertado. “Siempre es mejor prevenir que curar”, afirmó uno de sus responsables. En medio del caos y las risas sobre este ‘rescate avícola’, también resuena una reflexión: no importa cuán inverosímil parezca algo, siempre hay que estar atentos.