Más de mil personas en las Islas Baleares nos dejaron el año pasado mientras esperaban su turno en la lista de dependencia. Este dato, impactante y desgarrador, pone de manifiesto una realidad que nos toca a todos. La situación es alarmante y nos obliga a reflexionar sobre cómo estamos cuidando a nuestros mayores, a los más vulnerables.
A medida que avanza el tiempo, parece que las negociaciones para mejorar el convenio colectivo de hostelería se encuentran cada vez más alejadas entre las partes. Mientras tanto, otros problemas como la identificación de restos óssies de Agostina Rubini o el escándalo reciente de una escorta del presidente Illa robando en un Zara son solo algunas historias que captan nuestra atención. Pero ¿qué pasa con los verdaderos retos que enfrentamos?
¿Dónde están nuestras prioridades?
No podemos dejar que cosas triviales desvíen nuestra mirada de lo esencial. Por ejemplo, alumnos de Primaria llevan dos meses sin clases de inglés por falta de docente; esto no es solo un número, son niños perdiendo oportunidades. Y si miramos hacia Manacor, nos encontramos con un coche que entró irregularmente al centro 27 veces en una sola semana. Parece increíble.
Afrontemos la realidad: el pacto por la sostenibilidad ha presentado más de cien objetivos importantes pero sin contar con las voces necesarias desde la sociedad civil. Esto genera dudas sobre si realmente queremos avanzar hacia un futuro mejor o simplemente hacemos ruido sin acción real.
Es hora de tomar conciencia y exigir cambios significativos porque detrás de cada cifra hay una historia humana esperando ser contada.