En Buriram, Tailandia, Álex Márquez ha dejado claro que su destacada actuación en la pretemporada no fue fruto de la casualidad. Durante las primeras prácticas del GP de Tailandia, se colocó en el primer puesto, desbancando a su hermano Marc, quien había mostrado un gran dominio en los entrenamientos. Sin embargo, nada de peinetas ni bromas esta vez; aquí todos saben que el juego se ha vuelto serio.
El reto comienza
“Ser rápido en pretemporada te da confianza”, comentó Álex mientras reflexionaba sobre su posición actual. “El primer día de colegio siempre trae calma”. Pero no todo es tan sencillo: a pesar de liderar el grupo, reconoce que aún queda mucho trabajo por hacer. “Si miras la clasificación del campeonato, seguimos con cero puntos”, enfatiza.
Sobre sus impresiones al quitarle el primer puesto a Marc, confesó: “El pique ese de coña creo que se ha acabado; ahora cada uno intenta ir a por faena”. Y es que este nuevo enfoque le ha hecho darse cuenta de lo difícil que puede ser competir cuando hay tráfico en pista. “No sabía ni que había quedado primero porque tuve que adelantar a tres pilotos lentos justo antes de cruzar meta”, añadió.
A medida que avanza el fin de semana, Álex sabe que debe centrarse en mejorar su ritmo y consistencia: “Tengo mis problemas, pero al menos puedo pilotar más natural”. La presión está ahí y él lo siente; reconoce que comparado con Marc aún tiene camino por recorrer.
Aunque también hubo tiempo para hablar del calor extremo del circuito tailandés y cómo eso podría afectar la carrera. “La temperatura va a subir cada día y hay que gestionar bien las gomas”, advierte con seriedad. A pesar del desafío climático y la competencia intensa entre hermanos, Álex Márquez parece estar preparado para dar lo mejor de sí mismo en esta nueva temporada.