La jornada final del Rally de Suecia fue un espectáculo que no decepcionó. El galés Elfyn Evans, junto a su compañero Scott Martin, salió victorioso en un rally que ha sido calificado como uno de los más apretados de la historia, donde hasta cuatro pilotos luchaban codo a codo por llevarse el triunfo. Al final, Evans demostró ser el más fuerte sobre la nieve escandinava, llevando su Toyota a lo más alto.
Una carrera llena de emoción y tensión
Desde el primer día, Evans tuvo que lidiar con la presión. Abrir camino no es tarea fácil y los rivales no se lo pusieron sencillo. Pero supo gestionar cada tramo con inteligencia. En una emocionante jornada dominical, voló en dos de los tres tramos; Vastervik y Umea fueron testigos de su velocidad deslumbrante. Con cada curva, iba sumando puntos hasta alcanzar un total impresionante: 35 puntos tras ganar la Power Stage.
A pesar de algún momento complicado cuando Takamoto Katsuta le recortó tiempo en Vastervik, Evans mantuvo la calma y logró remontar, demostrando que tiene lo necesario para liderar en condiciones difíciles. Esta victoria representa mucho más que un simple trofeo; es su décima victoria en el WRC y confirma su estatus como piloto top bajo condiciones deslizantes.
Mientras tanto, Hyundai enfrentaba desafíos; sus expectativas no se cumplieron al ser superados por Toyota. A pesar del podio para Neuville, la sensación fue amarga para otros competidores como Tanak, quien quedó muy cerca pero sin recompensa.
Con este triunfo en Suecia, Elfyn Evans lanza un claro mensaje al resto del campeonato: está aquí para pelear por el título del WRC y no piensa dar marcha atrás.