En un movimiento que promete sacudir las conciencias, Podemos Palma se prepara para llevar a cabo una propuesta en el próximo pleno municipal: quieren que la nueva ordenanza cívica prohíba de forma clara y contundente la actividad de esas empresas de desokupación que tanto daño hacen. ¿No les suena familiar? Sí, esos grupos que actúan como auténticos escuadrones parapoliciales, convirtiendo lo que debería ser un hogar en un campo de batalla legal.
La lucha por una vivienda digna
La regidora Lucía Muñoz, en una rueda de prensa que resonó con preocupación, no ha tenido pelos en la lengua al afirmar: «Tenemos un problema muy grave en esta ciudad con la vivienda. La gente no solo no puede acceder a ella, sino que además somos testigos del creciente acoso inmobiliario». Y es que hay algo innegable: cada vez más familias se ven atrapadas entre las garras de estas prácticas abusivas.
Muñoz va más allá y deja claro lo que propone: “Queremos una ordenanza que multe a Desokupa, pero no a los caravanistas”. No se trata solo de palabras vacías; habla desde una realidad palpable donde varios grupos operan sin freno en Palma. Para ella, “incívico es forzar de manera violenta a que una familia desaloje su casa”. ¿Acaso esto es convivencia? Definitivamente no.
A medida que avanza su campaña para informar a la ciudadanía sobre esta normativa crucial, Muñoz invita a todos a participar y hacerse escuchar. «Es importante que conozcan cómo les afecta esta ley y qué opciones tienen para hacer valer sus derechos». Por ahora, el texto está abierto a alegaciones antes de su aprobación definitiva. No dejemos pasar esta oportunidad; nuestras voces cuentan.