Hamás ha anunciado este martes que ha comenzado la segunda fase de las negociaciones para establecer un alto el fuego en la Franja de Gaza. Este proceso pretende culminar en un acuerdo que asegure un alto el fuego permanente y la liberación de prisioneros, específicamente soldados y hombres menores de 50 años. Según Abdul Latif al Qanou, portavoz de Hamás, la organización está centrada en garantizar el refugio, socorro y reconstrucción para los ciudadanos de Gaza que han sufrido las consecuencias del conflicto.
Contexto del conflicto y el alto el fuego
El alto el fuego actual entró en vigor el 19 de enero de 2025, después de meses de intensos combates entre Hamás e Israel, que han dejado un saldo devastador. Desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023, más de 46.700 personas han perdido la vida en Gaza.
Hamás ha resaltado su compromiso con la causa palestina, rechazando categóricamente las propuestas de desplazamiento de la población palestina formuladas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La organización ha catalogado estas propuestas como ‘racistas’ y contrarias a la autodeterminación de los palestinos. A través de un comunicado, Qanou instó a la comunidad internacional a apoyar los derechos de su pueblo frente a la ocupación.
Desde el inicio de las hostilidades, actores internacionales han expresado sus posiciones respecto a la solución del conflicto. Australia, por ejemplo, ha reafirmado su apoyo a la solución de dos Estados, mientras que Arabia Saudí ha dejado claro que no establecerá relaciones diplomáticas con Israel sin un Estado palestino independiente. Esto subraya la complejidad de la situación y la interdependencia de las decisiones políticas en la región.
Mientras tanto, el ejército israelí ha intensificado su presencia militar en Cisjordania y ha declarado que aumentará las operaciones antiterroristas en respuesta a recientes ataques, evidenciando así la escalada en la tensión a pesar del acuerdo de alto el fuego.
El futuro de Gaza y la búsqueda de un acuerdo de paz duradero continúan siendo un camino lleno de retos, marcado por la violencia y la lucha por los derechos humanos. El desarrollo de las próximas negociaciones será fundamental para determinar la estabilidad en la región y el bienestar de sus habitantes.