Sucesos

La misteriosa estancia de Alí Agca en Mallorca antes del atentado contra Juan Pablo II

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Entre el 25 de abril y el 9 de mayo de 1981, un enigmático turista turco se hospedó en un hotel de Magaluf bajo la identidad falsa de Faruk Osgun. Su verdadero nombre era Alí Agca, conocido por haber intentado asesinar al Papa Juan Pablo II cuatro días después de su estancia en la isla. Esta conexión mallorquina con un magnicidio fallido ha permanecido sin una adecuada investigación.

La historia de un terrorista

Alí Agca nació en una familia humilde en Turquía y, desde joven, se vio involucrado en actividades delictivas, uniéndose posteriormente al Frente Popular para la Liberación de Palestina y entrenándose en Siria. Finalmente, se unió a los Lobos Grises, una organización de extrema derecha. En 1979, Agca cometió su primer asesinato, matando al director de un periódico turco y, tras ser encarcelado, logró escapar de la prisión.

Su llegada a Mallorca fue marcada por el misterio. Aterrizó en el aeropuerto de Son Sant Joan y se alojó en el hotel Flamboyan, en una habitación sin vistas al mar. Aunque tenía fama de generoso con las propinas, se mantuvo alejado de otros turistas. A pesar de estar en un entorno turístico, sus pensamientos se dirigían hacia la plaza de San Pedro en Roma, donde planeaba llevar a cabo su atentado.

Curiosamente, en la habitación contigua a la suya se encontraba una mujer de nombre Ilona Koczkar, cuya identidad también resultó ser falsa. Además, se reunió con un individuo en un lujoso coche alemán, lo que ha llevado a los investigadores a teorizar sobre la posible participación de sus cómplices en el atentado que estaba por venir.

Durante su estancia en la isla, Agca se dedicó a correr y a jugar en máquinas tragaperras, evitando el consumo de alcohol y el contacto con mujeres. Esta inusual conducta despertó sospechas entre el personal del hotel, quienes llegaron a pensar que podría ser homosexual.

El papel de Mallorca en el atentado contra Juan Pablo II permanece envuelto en especulaciones. Algunos expertos sugieren que podría haber sido en la isla donde se le entregó la pistola Browning que utilizaría en el ataque. Al momento de su embarque de regreso a Milán, su equipaje no fue registrado, lo que abrió la posibilidad de que Agca viajara armado.

El 9 de mayo de 1981, llegó a Roma y se mezcló con cientos de peregrinos que se congregaban en la plaza de San Pedro. Apenas pasaron unos minutos cuando, con un movimiento rápido, desenfundó su pistola y disparó al Papa, hiriéndolo gravemente antes de ser detenido por las fuerzas de seguridad.

Agca fue condenado a cadena perpetua, pero ha ofrecido diversas versiones sobre lo ocurrido y ha dejado un halo de misterio sobre los posibles autores intelectuales detrás del atentado. En 1983, el Papa Juan Pablo II lo visitó en prisión y, posteriormente, lo perdonó, lo que provocó un conmovedor encuentro entre ambos que ha pasado a la historia.

Hoy, a sus 68 años, Alí Agca reside en Estambul bajo cuidadosa vigilancia, dejando abiertas las interrogantes sobre su conexión con el delito y los cómplices que lo rodearon durante su estancia en Mallorca.

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